PSILOCIBINA
Setas mágicas-alucinógenas, Mongis, Hongos
[3-(2-dimetilaminoetil)-1H-indol-4-il] dihidrógeno fosfato
01. UN POCO DE HISTORIA
Es importante señalar que la psilocibina es algo más que una droga y un sacramento con miles de años de historia. Se ha utilizado en entornos terapéuticos para tratar trastornos graves, como las cefaleas en racimo, los trastornos obsesivo-compulsivos, la ansiedad, la depresión, el trastorno de estrés postraumático y la adicción.
La psilocibina, más conocida en su formato de setas mágicas o trufas mágicas (esclerocios), es una droga psicodélica que se encuentra como compuesto activo en los hongos (setas y trufas) de los géneros Psilocybe, Copelandia o Panaeolus. Se conocen más de 200 especies de setas que contienen psilocibina o su derivado, la psilocina.
Para conocer su historia, hay que remontarse miles de años atrás. Las pruebas arqueológicas del desierto del Sáhara, sugieren que los seres humanos llevan utilizando setas psicodélicas desde hace más de 7.000 años, estando las setas representadas en el arte prehistórico de muchas regiones geográficas. En la mayoría de los casos, se cree que son símbolos religiosos, a menudo en el contexto de ceremonias y ritos de paso. Algunos creen que si nuestros antepasados consumían setas, la experiencia pudo influir en la cultura prehistórica, desde el arte hasta la religión y los valores sociales que regulaban la vida cotidiana. Para conocer más sobre este tema, recomiendo muchísimo este podcast con el Dr. Jerry Brown, en el que habla sobre las setas psicodélicas en la antigua sociedad cristiana.
Existen además amplios testimonios del uso precolombino de la psilocibina entre las culturas maya y azteca de Mesoamérica, concretamente en México y Guatemala. Tras la conquista en los siglos XV y XVI, los españoles prohibieron el uso de hongos psicodélicos a los pueblos indígenas, considerándolo una práctica cultural salvaje e incivilizada. A pesar de ello, los chamanes indígenas ignoraron la ley española en secreto durante más de 400 años y siguieron utilizando y administrando estos hongos para preservar su patrimonio cultural.
En Occidente estos hongos se popularizaron en 1957 a raíz del artículo “Buscando la seta mágica” publicado en la revista Life, por Gordon Wasson, antiguo vicepresidente de JP Morgan (curioso pero cierto). En el artículo, el banquero norteamericano describió sus experiencias con la droga en México.
Poco después de que se publicara el artículo, Wasson dispuso que se enviarán algunas muestras de los hongos mexicanos a Suiza para que Albert Hofmann (descubridor de la LSD) las analizara. En 1958, Hofmann aisló y nombró los dos compuestos psicoactivos, la psilocibina y la psilocina, y desarrolló la versión sintética de la psilocibina utilizada en la investigación actual.
Las setas psicodélicas fueron adoptadas rápidamente en la contracultura de los años 60, gracias entre otras cosas, a movimientos psicodélicos como el iniciado por los ex investigadores de Harvard Timothy Leary y Richard Alpert.
En 1971, la psilocibina se incluyó en la lista del Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de la ONU como droga de la Lista I en los Estados Unidos, lo que la convertía en ilegal a todos los efectos.
Recientemente existe un resurgimiento de la investigación sobre los efectos terapéuticos de la psilocibina, con resultados muy prometedores.
¿Qué efectos esperar?
En términos generales, el consumo de psilocibina –ya sea en su forma pura o a través de la ingesta por medio de hongos– resulta en un estado psicodélico muy similar al que se obtiene mediante el consumo de LSD. Suele consumirse en forma de setas secas o trufas frescas y en ambos casos hay consenso en que el sabor no es muy agradable. En el ámbito clínico sin embargo, su administración suele ser en cápsulas y en su versión sintética.
Los efectos son en cierto modo imprevisibles y no hay forma de predecir exactamente lo que ocurrirá, por lo que cada viaje será único. Son muchos los factores que influyen en la experiencia con psilocibina: La dosis, el entorno, el método de preparación, el estado psicológico o emocional y la química personal de tu cuerpo.
Simplemente la dosis, puede hacer que la experiencia vaya desde una leve percepción de los efectos, sin perder contacto con el entorno, hasta una pérdida total de conexión con la realidad, alucinaciones intensas, disolución del ego, una profunda introspección etc.
Durante una experiencia con una dosis moderada de psilocibina, puedes esperar cambios perceptivos, sinestesia, cambios emocionales y un sentido del tiempo distorsionado. Los cambios perceptivos pueden incluir visiones como halos alrededor de luces y objetos, así como patrones geométricos cuando cierras los ojos. También puedes experimentar colores vivos, trazos, visión distorsionada y una sensación de que el mundo respira a tu alrededor.
Es frecuente tener una sensación de paz y conexión con el mundo y no es raro experimentar una sensación de apertura a pensamientos y sentimientos que sueles evitar en tu vida cotidiana, así como una sensación de asombro y deleite con el mundo que te rodea, las personas de tu vida y tu propia mente.
Los efectos secundarios físicos varían de una persona a otra, pero pueden incluir un cambio en el ritmo cardíaco (hacia arriba o hacia abajo), un cambio en la presión arterial (hacia arriba o hacia abajo), náuseas, temblores, pupilas dilatadas, inquietud o excitación y problemas con la coordinación de movimientos. También es común sentirse profundamente relajado y tranquilo.
DOSIFICACIÓN
Como introducción, podemos decir que la psilocibina es 100 veces menos potente que el LSD y 10 veces menos potente que la mescalina. Se trata de una droga muy segura ya que no es adictiva y no se conoce ninguna dosis letal.
Los efectos psicodélicos de la psilocibina se manifiestan entre 4-10 mg de la sustancia pura. Por encima de 20 mg se consideran dosis elevadas. Sin embargo, en su forma natural (setas-trufas) es difícil establecer dosis exactas, dada la amplia variedad de especies.
Tanto las trufas (esclerocios) como las setas mágicas se obtienen del mismo organismo y producen los mismos efectos, sin embargo, existe una diferencia en su potencia, a la hora de consumirlas. Un “puñado” de setas alucinógenas de la misma cepa crecerá a velocidades ligeramente distintas. Algunas presentarán un aspecto más largo y robusto, mientras que otras serán más bajitas y rechonchas. Mientras crecen, la concentración de las sustancias psicodélicas (psilocibina, psilocina, baeocistina y norbaeocistina) variará considerablemente y su cantidad máxima aparecerá al final del ciclo de cultivo. Por lo tanto, la potencia de cada una de las setas es, en cierto modo, un poco inconsistente.
Por otro lado, Las trufas mágicas, son bastante más consistentes, por lo que la dosificación es más predecible.
Otro factor importante a la hora de determinar su potencia es saber si estamos hablando de setas/trufas frescas o secas.
Cuando están frescas, las trufas no contienen tanta agua como las setas, y por eso, ofrecen una mayor concentración de psilocibina por gramo en comparación con las setas frescas. Sin embargo, las setas pierden hasta un 90% de agua cuando se deshidratan, lo que significa que su peso se reduce en un 90%. Las trufas, por otro lado, pierden mucho menos (alrededor del 30%). Por lo tanto, si comparamos ambos ejemplares secos, las setas tendrán una concentración más alta de psilocibina en comparación con las trufas secas.
Como hemos dicho anteriormente, la dosis dependerá mucho del tipo de seta/trufa y de la persona que la consuma, sin embargo, a modo de orientación general, podríamos establecer los siguientes rangos aproximados para dosis bajas, medias y alta.
- Setas frescas: Dosis bajas entre 8-12gr, Dosis moderadas entre 12-20 gr y Dosis altas a partir de 20 gr.
- Setas secas: Dosis bajas entre 0,8-1,5gr, Dosis moderadas entre 1,5-3 gr y Dosis altas a partir de 3 gr.
- Trufas frescas: Dosis bajas entre 6-10gr, Dosis moderadas entre 10-15 gr y Dosis altas a partir de 15 gr.
- Trufas secas: Dosis bajas entre 4-7gr, Dosis moderadas entre 7-10 gr y Dosis altas a partir de 10 gr.
03. INTERACCIÓN
NO SE CONOCEN MUCHOS DATOS SOBRE LA INTERACCIÓN DE LA PSILOCIBINA CON OTRAS DROGAS, POR LO QUE SIEMPRE MEJOR PREVENIR QUE CURAR.
Hablar de interacción positiva con otras sustancias, nos parece un poco atrevido, dado que cada persona y experiencia es única.
NO MEZCLAR CON
Alcohol
Abstenerse del alcohol mientras se toman setas es la apuesta más segura e inteligente. Puede enturbiar la experiencia y causar molestias en el estómago.
Adderall, Xanax, antidepresivos ISRS
Hay que tener extrema precaución si tomas regularmente alguna de estas sustancias. La psilocibina es un potente agonista de la serotonina, lo que significa que podría interferir con cualquier medicamento que altere el sistema de la serotonina.
Estimulantes (Cocaína, anfetamina, etc)
Los efectos psicodélicos disminuyen y pueden aumentar algunos efectos físicos (taquicardia) o psicológicos (ansiedad).
También se han realizado y se están realizando ensayos clínicos con pacientes que padecen un cáncer potencialmente mortal, tanto en Estados Unidos como en el extranjero. Estos ensayos intentan principalmente comprender la eficacia de las experiencias con altas dosis de psilocibina administradas en entornos terapéuticos como herramienta para reducir el estrés psicológico y la ansiedad que suelen acompañar a un diagnóstico de riesgo vital. Los resultados hasta ahora han sido prometedores. En condiciones de doble ciego y controladas con placebo, se ha demostrado que una única dosis alta de psilocibina reduce los síntomas de angustia psicológica entre personas con diagnósticos terminales, y los efectos de esa experiencia han sido sustanciales y duraderos.
Además, cada vez hay más investigaciones que sugieren que parte de la razón por la que la psilocibina es tan eficaz es que tiene un impacto en la neuroplasticidad, es decir, en la capacidad del cerebro para aprender, crecer y, sobre todo, cambiar.
Os ánimo a leer la entrada de nuestro blog: Beneficios terapéuticos de la psilocibina, para descubrir los prometedores resultados de la investigación actual de la psilocibina en el tratamiento de Trastornos del estado de ánimo y la ansiedad, Adicción y Cefalea en racimos.
Otro de los aspectos prometedores del uso intencionado y responsable de la psilocibina es su potencial para estimular el crecimiento personal. En la entrada del blog: Desarrollo personal con psilocibina, os traemos la investigación científica pasada y actual, alrededor de este tema.
BENEFICIOS TERAPEUTICOS
La psilocibina no se asocia con efectos secundarios adversos significativos, cuando se consume en un entorno cómodo y supervisado. No obstante, existen algunos riesgos potenciales, especialmente cuando se utilizan fuera de un contexto de investigación.
Ante todo, cabe mencionar que la psilocibina se considera en gran medida una de las sustancias psicoactivas más seguras que se pueden tomar. No es adictiva y no se conoce ninguna dosis letal, lo que significa que incluso si tienes un mal viaje, es poco probable que sufras una sobredosis.
Dicho esto, tomar cualquier droga no está exento de riesgos. Al principio y durante el viaje, la psilocibina puede provocar efectos secundarios físicos como náuseas, sudoración, adormecimiento y temblores. También puede provocar ansiedad, ataques de pánico, paranoia y cambios de humor. Los efectos físicos y psicológicos a largo plazo son poco frecuentes. Cuando se producen, las investigaciones sugieren que la causa son los trastornos psicológicos latentes, no las setas en si.
Existe, sin embargo, algo llamado Trastorno de Percepción Persistente de Alucinógenos (HPPD), que se conoce comúnmente como «flashbacks». Sin embargo, a diferencia de los flashbacks asociados al TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático), el HPPD es exclusivo de los psicodélicos e implica cambios perceptivos en las semanas o meses posteriores al uso de psilocibina (u otro psicodélico). Se desconoce la prevalencia del HPPD, pero se considera un trastorno poco frecuente y no se asocia a ningún cambio físico o daño neurológico.
Las pocas reacciones adversas que se han documentado en los ensayos clínicos se resolvieron rápidamente y no provocaron efectos negativos a largo plazo. En la mayoría de los casos de informes de casos mortales relacionados con la psilocibina, también estaban implicadas otras sustancias (alcohol, heroína y cannabis). La psilocibina, tiene un bajo potencial de dependencia o abuso, así como bajos niveles de toxicidad crónica. Se aconseja a las personas con antecedentes de psicosis que eviten dosis elevadas de psilocibina y otras sustancias psicodélicas, como el LSD, el MDMA y el DMT.
Las dosis elevadas de setas mágicas pueden inducir miedo o paranoia significativos en participantes sanos en el estudio, aunque esto ocurre en una pequeña minoría de casos. El uso de la psilocibina en dosis bajas o moderadas plantea poco o ningún riesgo.
05.
MITOS
“Las setas mágicas son venenosas”
Primero habría que definir “veneno”. Si las consideramos venenosas en la medida en que inducen un estado de intoxicación, altera tu conciencia y provoca algunos cambios fisiológicos, entonces, las drogas son venenosas, incluyendo el alcohol, el tabaco, la marihuana y la cafeína. Sin embargo, una definición más estricta de sustancia venenosa no clasificaría a la psilocibina como tal.
Mientras que la intoxicación por hongos de especies no psicodélicas puede causar una enfermedad física grave y, en raros casos, la muerte, los hongos de psilocibina no
“Las setas te vuelven loco”
Aunque la investigación ha establecido similitudes entre los viajes con setas y episodios psicóticos, en casi todos los casos se trata de algo temporal. Incluso las personas que son ingresadas en urgencias después de tomar setas vuelven a su estado físico y mental normal en cuestión de horas.
Aunque no hay pruebas concluyentes que sugieran que los problemas de salud mental latentes puedan agravarse por el uso de psicodélicos, muchos científicos creen que es así. Por lo tanto, si tienes un historial de enfermedades mentales o predisposición, sería mejor evitar las drogas psicodélicas.
06. LEGISLACIÓN
A diferencia del LSD, el “estigma” cultural y político de la psilocibina y de los hongos que la contienen, es mucho menor
Tanto la psilocibina como la psilocina, son sustancias controladas en la lista I de la Convención de las Naciones Unidas de 1971, convirtiéndolas en ilegales a todos los efectos.
No obstante, los hongos que las contienen no formaban parte de la convención de la ONU (ya que sólo se incluían principios activos), por tanto, a día de hoy, los países que han firmado la convención pueden regular las setas que contienen psilocibina de forma natural como consideren oportuno.
Aunque hay excepciones, hoy en día las setas de psilocibina son ilegales en la mayoría de los países. En Holanda eran legales hasta el 2008 y aunque a día de hoy no lo son, las que sí son legales son las trufas, ya que no son un hongo como tal sino los esclerocios de un hongo (una masa compacta de micelio endurecido que permanece latente bajo la tierra).
En EE.UU, las setas de psilocibina han sido despenalizadas en varias ciudades, sin embargo siguen siendo ilegales a nivel federal y están clasificadas como sustancia controlada de la Lista I en los EE.UU.
Recientemente, la FDA y la DEA, han permitido varios estudios pequeños y muy controlados en humanos sobre su potencial de uso en entornos médicos y psiquiátricos. La FDA también designó a la psilocibina como una «terapia innovadora» para la depresión, lo que podría acelerar el proceso de desarrollo y revisión de medicamentos con psilocibina.
Podemos ver que la situación legal de la psilocibina es complicada y sirve para ilustrar de manera única los aspectos más absurdos de la “guerra contra las drogas”.