LSD

Acido, Tripis, Cartones

Dietilamida de ácido lisérgico

01. UN POCO DE HISTORIA

FUE LA SUSTANCIA QUE PROPICIO LA GUERRA CONTRA LAS DROGAS, TRAS SU POPULARIZACIÓN EN LOS AÑOS 60.

La dietilamida del ácido lisérgico, más conocida como LSD, ácido o cartones, es una droga psicodélica derivada de una sustancia química que se encuentra en el cornezuelo o ergot, un hongo que crece en el centeno y otros granos.

Fue descubierta en 1938 por el químico suizo Albert Hofmann, cuando en el transcurso de un programa de investigación de los alcaloides del hongo Cornezuelo, sintetizó la LSD en los laboratorios de la compañía farmacéutica Sandoz. Años más tarde (1943), una pequeña cantidad de la droga entró en contacto con su piel y descubrió inesperadamente sus efectos psicodélicos. Fue sólo tres días después cuando Hofmann decidió probar intencionadamente los efectos de la sustancia, dando lugar al famoso viaje en bicicleta.

En los años 50 comenzó una prometedora investigación sobre los potenciales efectos terapéuticos de la LSD. No obstante, se popularizo en la contracultura de los 60s y 70s y su uso abusivo y poco responsable entre los jóvenes de la generación, favoreció su estigmatización y finalmente su prohibición, siendo clasificada como una droga de la Lista 1, donde permanece a día de hoy.

Desde hace aproximadamente una década, la LSD y otros psicodélicos han resurgido como potenciales drogas terapéuticas, con investigaciones científicas que hoy exploran, entre otros, el papel de estas drogas en la depresión, las adicciones, el trastorno de estrés postraumático, la ansiedad relacionada con el cáncer e incluso la anorexia.

02. Efectos y Dosis

¿Cómo actúa en nuestro cerebro?

Cuando se ingiere, empieza a hacer efecto entre los 30 o 40 minutos posteriores al consumo. La LSD actúa como un activador de los receptores de 5-HT (serotonina) y además desactiva los sistemas que regulan los niveles de serotonina, aumentando de esta forma la sustancia química en el cerebro. De los 15 receptores de serotonina que hay en el cerebro, la LSD prefiere el subtipo 2A (5-HT2A), que está involucrado en los procesos cognitivos en la corteza prefrontal, el área del cerebro responsable del comportamiento cognitivo complejo, la expresión de la personalidad, la toma de decisiones y el comportamiento social. También juega un papel clave en nuestra capacidad para procesar información de otros sistemas cerebrales y tomar decisiones dirigidas a objetivos.

Sus efectos pueden durar entre 6 y 12 horas, según la dosis. Son muchos los factores que influyen en una experiencia con LSD, incluyendo la dosis, el entorno (set) y el estado de ánimo, mentalidad y expectativas (setting).

No hay manera de predecir exactamente lo que pasará y cada viaje será único. Sin embargo, hay una serie de efectos comunes que pueden ayudar a entender la experiencia y prepararse para ella. Hemos querido dividirlos en Positivos, Mixtos y Negativos, según nuestra propia experiencia.

En dosis bajas y moderadas, es más común tener una experiencia positiva o neutral. Las dosis altas, aumentan la posibilidad de experimentar efectos psicológicos negativos, especialmente si no tienes experiencia con estas sustancias.

Dosificación

La LSD es una de las drogas más potentes respecto a sus cantidades psicoactivas. Es activa a dosis muy bajas (varios microgramos µg). 1gramo = 1.000 miligramos = 1.000.000 microgramos.

La dosis depende de varios factores: la pureza de la sustancia, tu estado físico y emocional, la tolerancia que tengas a la sustancia, la vía de administración, la combinación con otras sustancias y el contexto en que el que se vaya a consumir.

    • La dosis activa mínima está entre los 20 y 30 µg
    • Las dosis moderadas alrededor de 75-100µg
    • Las dosis altas son superiores a 150-200 µg

Efectos positivos

  • Euforia y bienestar
  • Descenso de la ansiedad
  • Aumento de la percepción sensorial
  • Sinestesia (fusión de los sentidos): “saborear” la música, “oír” colores etc.
  • Disrupción del pensamiento o de los conceptos (Creatividad)
  • Sentimientos de unidad con el entorno y los demás
  • Sensación de «comprender» la vida y la existencia
  • Visuales con ojos cerrados y abiertos
  • Experiencias espirituales transformadoras

Efectos mixtos

(dependiento de la persona y la experiencia)

  • Ilusiones y alucinaciones
  • Disolución del ego
  • Estimulación de los procesos del pensamiento (paso acelerado de una idea a otra)
  • Percepción alterada del mundo externo, como algo inestable y escurridizo
  • Alteración de la percepción del tiempo (se detiene, se acelera o va hacia atrás)

Efectos negativos

  • Tristeza
  • Disrupción del pensamiento o de los conceptos (pensamiento psicótico)
  • Sentimientos abrumadores
  • Aumento de la ansiedad
  • Puede aparecer un aumento del ritmo cardíaco y de la tensión arterial
  • Pensamientos paranoides
  • Convulsiones

Cosas a tener en cuenta sobre los efectos secundarios

  • Durante la subida, pueden aparecer sensaciones de ansiedad o confusión. Estas sensaciones suelen ser pasajeras por lo que es importante mantenerse tranquilo
  • En personas con cierta predisposición a trastornos psicológicos (p.ej. con antecedentes familiares) o si se han vivido experiencias traumáticas, aunque sea hace tiempo, el consumo de LSD puede hacer que se revivan de forma muy desagradable. Esto puede desencadenar episodios de psicosis y disociaciones
  • Si se sufre un mal viaje, evitar rotundamente consumir más cantidad de la sustancia. Tener presente que cuando uno ha tenido un mal viaje las posibilidades de que se repita con un nuevo consumo son muy elevadas
  • El consumo continuado, aunque no es muy frecuente, puede acarrear insomnio, depresión, angustia, ansiedad, etc
  • Posteriormente al consumo: cansancio físico y psíquico, posible dificultad para conciliar el sueño

03. INTERACCIÓN CON OTRAS DROGAS

Existe información limitada sobre la interacción del LSD con otras drogas, ya sea buena o mala. por lo que en general, es mejor o tiene menos riesgo no mezclarla con otras drogas.

Cannabis

No tiene peligros conocidos, pero tiene el potencial de aumentar la naturaleza psicodélica del LSD y llegar a experiencias “demasiado intensas”.

Estimulantes (Cocaína, anfetaminas…)

Disminuye los efectos psicodélicos.

MDMA

Puede dar un toque más empatógeno al viaje de LSD o más brillante a la experiencia de la MDMA. Importante tener en cuenta las precauciones sobre el consumo de las dos sustancias por separado.

Alcohol

Se debe evitar esta combinación, ya que suele enturbiar la experiencia y convertirla en más incontrolable. El alcohol en si mismo es una potente droga psicoactiva. Si se toma en conjunto con otras drogas psicoactivas aún más intensas, altera la forma en que el cuerpo metaboliza ambas sustancias.

EVITAR LA MEZCLA ESPECIALMENTE

Antidepresivos

Los medicamentos que emplean inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) e inhibidores de la monoamino oxidasa (IMAO) también parecen disminuir los efectos del LSD. Por otro lado, se conoce que algunos antidepresivos tricíclicos (por ejemplo, el anafranil) aumentan los efectos del LSD. El litio, que a menudo se receta para el tratamiento del trastorno bipolar, aumenta en gran medida los efectos de la LSD y aumenta el riesgo de estados comatosos temporales.

04. LA CARA Y LA CRUZ

Beneficios Terapéuticos, desarrollo personal y Riesgos

BENEFICIOS TERAPEUTICOS: CRONOLOGIA

Los estudios sobre los efectos terapéuticos del LSD comenzaron en serio en los años 50 y 60. Durante este tiempo, más de 1.000 artículos académicos y docenas de libros fueron publicados sobre el uso de LSD en ambientes psicoterapéuticos. Pero después de la reacción de la contracultura en los 60, el gobierno federal prohibió su uso y lo añadió a la lista de drogas de la Lista 1. Después de eso, la investigación se volvió impracticable, si no imposible.

Sin embargo, estos estudios iniciales consideraron el potencial del LSD para una variedad de aplicaciones. Se utilizaron dosis únicas relativamente grandes (200 µg o más) para tratar a adictos, delincuentes o incluso para ayudar a transformar la vida de la gente común. Otros enfoques utilizaron dosis pequeñas a moderadas (hasta 150 µg) en conjunción con la psicoterapia para tratar diversos trastornos de la salud mental. Las personas con depresión grave y ansiedad general que se resistían a la terapia tradicional parecían beneficiarse de los efectos del LSD durante el tratamiento.

Los terapeutas que utilizaban el LSD y otros psicodélicos en su práctica observaron que una de sus mayores ventajas era que permitía a los pacientes explorar sus impulsos y motivos inconscientes mientras que una parte de sus egos adultos quedaba intacta. Esta combinación permitió a los individuos observar y recordar vívidamente la experiencia e identificar las áreas en las que antes eran resistentes al cambio. Por ejemplo, en los entornos terapéuticos, la gente a menudo se hizo consciente de sus propios mecanismos de defensa.

Algunos de los primeros usos terapéuticos del LSD indicaron resultados prometedores en el tratamiento de la adicción, el TOC, cefalea en racimos, la depresión y la ansiedad del final de la vida.

Desde principios de los años 70 hasta mediados de los 80, la investigación sobre el uso terapéutico de los psicodélicos estuvo más o menos prohibida en todo el mundo. Sin embargo, en 1988, el Gobierno suizo concedió un permiso especial a un grupo selecto de terapeutas para investigar los usos terapéuticos de la MDMA y el LSD. Esta investigación continuó hasta 1993, cuando el gobierno suizo revocó su decisión y prohibió toda investigación sobre psicodélicos.

Sin embargo, en 1994 el gobierno suizo encargó un estudio de seguimiento escrito por uno de los investigadores, Peter Gasser, que examinó a los pacientes que buscaban psicoterapia para varios trastornos mentales. Los 121 individuos participaron en terapias grupales e individuales junto con sus tratamientos de dosificación psicodélica. En esta muestra, los problemas interpersonales, los problemas psicológicos, la autoexploración y los problemas somáticos se citaron como razones para buscar tratamiento.

Alrededor del 90% de los pacientes que participaron en estos estudios informaron tener una buena o ligera mejoría en los temas para los que buscaban terapia. No se observaron complicaciones, aunque un paciente informó de que se había deprimido más durante la terapia. No se cometieron suicidios, nadie fue hospitalizado y nadie tuvo un episodio psicótico que durara más de 48 horas.

Una revisión reciente de 25 años de investigación (1990-2015) sobre el LSD, así como la psilocibina y la ayahuasca, sugiere consistentemente que los psicodélicos muestran un gran potencial para tratar los trastornos de ansiedad, la depresión y la adicción.

En un estudio doble ciego con individuos con enfermedades que amenazan la vida, se encontró que las sesiones de psicoterapia con LSD reducen la ansiedad del final de la vida. Doce meses después, los efectos de esta intervención aún estaban presentes. También se observaron mejoras en un cuestionario de calidad de vida y en una escala de ansiedad y depresión hospitalaria.

Los trastornos adictivos, especialmente el alcoholismo, han sido durante mucho tiempo un objetivo de las terapias psicodélicas. Un meta-análisis del 2012 de seis ensayos de control aleatorios que incluyeron 536 sujetos confirmó la eficacia de una sola dosis de LSD en el tratamiento del alcoholismo. Los resultados de estos estudios mostraron que el LSD tuvo una tasa de éxito del 81% al 100% para el tratamiento del alcoholismo cuando el éxito se definió como abstinencia en el primer seguimiento.

A medida que los valores culturales comienzan a cambiar, la investigación sobre el potencial terapéutico y no terapéutico del LSD está creciendo. Recientemente, la Fundación Beckley comenzó a investigar los efectos del LSD en el cerebro. El último estudio consistió en dar a 20 voluntarios una pequeña dosis de LSD y luego usar imágenes de resonancia magnética y MEG para mostrar cómo afecta a los procesos cerebrales. Los investigadores creen que el LSD puede reducir el flujo sanguíneo a los centros de control del cerebro, disminuyendo su actividad, lo que finalmente mejora la conectividad cerebral. Se cree que este aumento de la conectividad cerebral, o «entropía», da lugar a los creativos y únicos patrones de pensamiento asociados con el LSD.

En 2015, un gran estudio (130.000 personas) realizado en los Estados Unidos no encontró ninguna asociación entre el uso de psicodélicos y los trastornos de salud mental, la angustia psicológica, los pensamientos suicidas, la depresión y la ansiedad.

DESAROLLO PERSONAL

Uno de los aspectos más prometedores del LSD es su potencial para estimular un crecimiento personal significativo, profundo y que cambie la vida. Estos cambios a menudo se atribuyen a un aspecto particular de la experiencia psicodélica: la disolución del ego. La disolución del ego ocurre cuando el sentido del yo está muy disminuido o completamente (aunque temporalmente) erradicado. Puede tener un profundo impacto en tu perspectiva sobre la vida, la conciencia y el mundo que te rodea. Las personas bajo la influencia del LSD y otros psicodélicos a menudo reportan que su sentido de autoconsumo es reemplazado por un sentido de belleza e interconexión.

La disolución del ego también puede mejorar aspectos más fundamentales del yo, incluyendo la creatividad. Muchas personas creativas famosas han acreditado al LSD como su inspiración para algunos de sus trabajos más impactantes. Aldous Huxley es quizás uno de los más conocidos defensores del uso de psicodélicos. Sus libros «Las puertas de la percepción» (1954) e «La isla» (1962) se inspiraron en parte en sus experiencias psicodélicas y ayudaron a impulsar el movimiento de la contracultura de los 60. El LSD se convirtió en una parte importante de la vida de Huxley y ha hablado de su vínculo con la creatividad y una visión más amplia del mundo. En su lecho de muerte, Huxley le pidió a su esposa que le inyectara una dosis de LSD.

El fundador de Apple, Steve Jobs, dijo en vida que «tomar LSD fue una profunda experiencia, una de las cosas más importantes de mi vida». Francis Crick también afirma haber imaginado la estructura de doble hélice del ADN al tropezar con el LSD, aunque esto ha sido ampliamente discutido. Él y Jim Watson ganaron el Premio Nobel por su trabajo y esto es considerado ahora como uno de los descubrimientos científicos más importantes de la historia.

Más recientemente, un estudio de 2016 examinó la relación entre el LSD y el lenguaje como una forma de medir la creatividad. Los resultados encontraron que la droga dio lugar a asociaciones únicas de palabra e imagen que sugieren un cambio en el pensamiento divergente, que se asocia con la creatividad. También hay estudios con psicodélicos similares como la ayahuasca y la mescalina que muestran el potencial de mejorar la resolución de problemas y el pensamiento creativo.

Además de la disolución del ego y el aumento de la creatividad, un estudio reciente también demostró que el LSD mejora la capacidad de las personas para sentir empatía y aumenta su deseo de estar con otras personas.

RIESGOS

Aunque el LSD se ha considerado durante mucho tiempo como una droga peligrosa, no se han documentado muertes por sobredosis de LSD en humanos. Aunque las dosis conocidas como “heroic dose” pueden ser peligrosas, el riesgo de muerte o daño grave es mínimo para las personas sanas. Hay un informe de ocho personas que confundieron el LSD con cocaína y esnifaron entre 1000-7000 µg de LSD – una concentración extremadamente alta. Sufrieron estados comatosos, hipertermia, vómitos, sangrado gástrico ligero y problemas respiratorios, pero todos ellos se recuperaron con tratamiento hospitalario y sin ningún efecto residual.

Además, no se conocen efectos secundarios negativos a largo plazo del uso de LSD. Los mayores factores de riesgo tienen más que ver con el estado mental y el ambiente (conjunto y entorno) que con el daño físico real. Los viajes con LSD pueden resultar abrumadores a veces, pero los riesgos de ponerse en peligro o hacerse daño son increíblemente bajos.

Existe controversia sobre hasta qué punto las sustancias psicodélicas pueden causar un trastorno psiquiátrico permanente (sobre todo de tipo psicótico). La esquizofrenia y otros trastornos psicóticos se explican a partir de una personalidad vulnerable sobre la que actúan una suma de factores estresantes. En este sentido, una experiencia traumática con psicodélicos podría desencadenar una esquizofrenia (al igual que otros factores estresantes -o percibidos como estresantes- como la separación o el divorcio de las personas que te han criado, la muerte de un ser querido, etc) pero no es un riesgo extrapolable a la mayoría de la población.

Aunque no hay pruebas concluyentes que sugieran que los psicodélicos pueden activar problemas latentes de salud mental, muchos científicos suscriben esta teoría. Teniendo esto en cuenta, si tienes antecedentes familiares de enfermedades mentales (especialmente esquizofrenia), se aconseja que evites cualquier droga psicodélica.

Un efecto a largo plazo (aunque raro) del uso de psicodélicos es el trastorno de percepción persistente de alucinógenos (HPPD por sus siglas en inglés). El HPPD se caracteriza por la presencia continua de trastornos sensoriales, la mayoría de las veces visuales, que a veces se prolongan durante meses o años después del consumo de psicodélicos. Puede tratarse con medicamentos antipsicóticos o anticonvulsivos. El HPPD es poco común, pero es más probable que ocurra si los psicodélicos se toman fuera de una situación segura y responsable.

Numerosos estudios tampoco han encontrado evidencia de daño cromosómico o defectos de desarrollo en los humanos causados por el LSD. Sin embargo, en ratones, el LSD administrado durante el embarazo causó algunos daños en el desarrollo en dosis extraordinariamente altas (hasta 500 µg/kg).

05.

MITOS

Tras su popularidad en la contracultura de los años 60, el gobierno y las fuerzas del orden emplearon tácticas de miedo y propaganda para difundir información errónea sobre los psicodélicos. Muchos de estos mitos persisten en la actualidad. Aquí tenéis algunos y cuanto de verdad hay detrás de ellos.

“El LSD provoca daños cromosómicos y defectos de nacimiento”

En 1967, la revista Science publicó un breve estudio en el que se afirmaba que la adición de LSD a los glóbulos blancos humanos cultivados provocaba anomalías cromosómicas. Los resultados de este estudio se convirtieron en un mito de «daños genéticos» en adultos y defectos de nacimiento en recién nacidos.

Sin embargo, según Psychedelic Explorer’s Guide, «estudios posteriores y más cuidadosos demostraron que las conclusiones extraídas de la investigación inicial estaban mal fundadas».

Una revisión exhaustiva de sesenta y ocho estudios e informes de casos descubrió que el LSD puro no daña los cromosomas ni causa daños genéticos detectables.

“El LSD te volverá loco”

Uno de los mitos más populares del LSD es la creencia de que activará algún tipo de enfermedad mental y hará que te vuelvas loco. Una creencia común es que este estado de locura hará que el usuario salte de un edificio o se quede en ese estado para siempre.

Aunque hay una pizca de verdad en cada uno de estos temores, nuestra disposición a sacar conclusiones dramáticas ha creado mitos generalizados y perjudiciales.

La locura aguda, o un «mal viaje», también es susceptible de creencias sesgadas. Si eres estable psicológicamente antes de consumir LSD, las posibilidades de experimentar daños psicológicos a largo plazo son casi nulas. Sin embargo, si tienes antecedentes familiares de ciertos trastornos mentales, probablemente sea mejor evitar el uso de psicodélicos.

“El LSD suele estar mezclado con veneno para ratas”

Es cierto que la adulteración ocurre con todas las drogas conocidas, pero de ahí a tal exageración…hay un trecho.
Según Psychedelic Explorer’s Guide (libro que recomendamos), la adulteración del LSD con sustancias tóxicas es un mito en gran medida infundado. Entre este mito destaca el miedo a la metanfetamina y a la estricnina (veneno para ratas).

El mito del veneno para ratas puede haberse visto reforzado por un informe presentado por el propio Albert Hofmann. Al parecer, analizó una muestra de polvo supuestamente de LSD que resultó ser 100% estricnina. Este suceso único condujo de alguna manera a la creencia generalizada de que el LSD estaba comúnmente mezclado con estricnina.

En el caso de la metanfetamina, el mito se deriva de pruebas más tangibles. Hace cuarenta años, cuando se realizaron estudios sobre el uso de adulterantes en el LSD, se analizaron 581 muestras callejeras. De las 581 muestras callejeras, el 84,5% contenía sólo LSD, el 6,9% contenía PCP y el 0,9% contenía anfetamina o metanfetamina. Ninguna de las muestras contenía estricnina.

Aunque casi el 15% de las muestras estaban adulteradas en este estudio, la posibilidad de tal adulteración hoy en día es casi nula. Mientras que la mayor parte del LSD venía en forma líquida en los años 60, lo que facilitaba su adulteración, el LSD actual se vende principalmente en tripis (papel secante). Para que la sustancia se adhiera al papel, no puede contener cantidades suficientes de adulterantes.

“Los flashbacks son provocados por una fuga de LSD almacenada en el cuerpo”

Este mito proviene de la afirmación de que el LSD se aloja en el cerebro, la médula espinal y la grasa corporal, y puede filtrarse incluso años después para producir efectos adversos.

Esta suposición es errónea. No hay pruebas que sugieran que el LSD permanezca en el cuerpo durante largos períodos de tiempo. Por el contrario, tiene una corta vida media de tres a cinco horas y se metaboliza por completo en el plazo de un día tras su ingesta.

Entonces, ¿por qué se producen los flashbacks? La literatura psicodélica suele citar dos razones: un recuerdo que se activa fácilmente y la reaparición de material conflictivo liberado de la mente inconsciente durante el viaje.

Uno de los líderes de la terapia con LSD, Stanislav Grof, afirma en su libro, Psicoterapia con LSD:
«Las sesiones en las que la droga activa áreas de material emocional difícil y el individuo intenta evitar enfrentarse a ellas pueden provocar reacciones prolongadas, una integración insatisfactoria, problemas emocionales o psicosomáticos residuales posteriores o un equilibrio mental precario que se convierte en la base de posteriores ‘flashbacks'».

06. LEGISLACIÓN

El LSD figura en la Lista I del Convenio de las Naciones Unidas sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971.

Países en los que la LSD es legal

El LSD no parece ser legal en ningún país en la actualidad.

Países donde la LSD es ilegal

Aunque la LSD es ilegal o está controlada en cada uno de estos países, puede haber excepciones regionales o concretas (por ejemplo, religiosas): Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Letonia, Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Ecuador (más de 20 µg), Brasil, Finlandia y Grecia

Países donde la LSD está despenalizado

La despenalización no significa que todo vale.

Utilizando este recurso, se puede entender que no parece haber riesgo de sanción penal por la posesión personal (es decir, una «pequeña» cantidad) o el uso de LSD en estos países: Argentina, Armenia, Chile, Colombia, Costa Rica, Croacia, República Checa, Estonia, Alemania, Italia, México, Países Bajos, Noruega, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Rusia, España, Suiza y Uruguay.

Cabe mencionar que las particularidades dependen del país o región y, sobre todo, de la cantidad que tengas en tu poder. La confiscación es habitual, pero puede haber otras consecuencias no penales más graves, como multas o deportación.